Sin titulo IV
Aquellos muchos se deshacían y no quedaban desechos
pues el desecho no
era basura o si lo era pero sin ser inútil.
Comían sus mierdas en
un rito y mientras sus cuerpos se frotaban
untadosuntadas (ellas también eran ellos y ellos también eran
ellas)
el sexo fluía, entre
parientes lejanos y hermanas cercanas
las casas familiares
ya no existían y en la plaza los cuerpos no se diferenciaban, eran uno;
un gigante.
Y así, los días y meses pasaron y siguen pasando y jamás murieron porque siempre comen su mierda , su semen y
sus muertos
jamás dejaron de
nacer porque siempre se estan amando.
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